Una excursión inolvidable por uno de los mayores bosques urbanos del mundo

Floresta da Tijuca

Explorar los senderos de la Floresta de Tijuca es una experiencia que combina aventura, historia y conservación del medio ambiente.

El Parque Nacional de Tijuca es un pedazo de selva atlántica en el corazón de Río de Janeiro. Un verdadero oasis verde que se extiende por más de 3.000 hectáreas, lo que lo convierte en el mayor bosque urbano del mundo. Y, por supuesto, alberga una rica biodiversidad, incluidas especies de flora y fauna en peligro de extinción. Es el destino ideal para quienes buscan una escapada natural en medio de la ciudad.

¿Lo sabía? El Parque Nacional de Tijuca está dividido en 4 sectores. Son los siguientes Floresta de Tijuca, Serra da Carioca, Pedra Bonita y Gávea y Pretos Forros/Covanca. El único que no está disponible para los visitantes es el sector de Pretos Forros/Covanca. Los demás están llenos de atracciones para el disfrute de todos. Y la experiencia de hoy es en el sector de la Floresta de Tijuca.

Senderos para todos los gustos

A los amantes del senderismo les encanta la Floresta de Tijuca. Ofrece una variedad que va desde caminatas cortas a expediciones de un día entero. Hay opciones para todos los niveles de forma física. Y si a eso le añadimos las hermosas cascadas, cuevas, picos, ruinas de antiguas plantaciones de café, exuberantes paisajes y la naturaleza que le rodea, ¡no se arrepentirá! Elija la opción que más le convenga y sumérjase en la experiencia.

Castillos de Taquara

¿Qué le parece un sendero poco explorado que le llevará a una vista increíble de Río de Janeiro? Se trata del sendero Castelos da Taquara, unas formaciones rocosas en la cima del Morro dan Taquara que parecen torres de castillo. Tiene más de 10 kilómetros de longitud, se tarda entre 4 y 5 horas de caminata y hay algunos momentos de escalada intensa, ¡pero merece la pena hasta la última gota de sudor! Coja su mochila y láncese a la aventura.

Todo comienza en el Centro de Visitantes. El sendero está muy bien señalizado, pero lo ideal es ir siempre en compañía de un guía acreditado que conozca muy bien la zona. Antes de comenzar la caminata, el guía le explicará todo el recorrido y le hablará de los lugares que verá por el camino.

A lo largo del recorrido, el guía le contará la historia de la Floresta de Tijuca -cómo fue talada para las plantaciones de café y replantada en el siglo XIX-, un poco sobre la historia de la ciudad de Río de Janeiro y curiosidades sobre el bioma de la Mata Atlántica. ¡Una verdadera inmersión en la historia!

Siguiendo el rastro

Los primeros 30 minutos son muy tranquilos, hasta llegar a la Cova da Onça, que no es más que una cavidad en la roca, similar a una madriguera. Todo el camino es prácticamente llano y le parecerá estar dando un paseo por el bosque. Además de la Cova da Onça, otro punto destacado de este tramo es el puente colgante, que es un pequeño puente construido para ayudarle a cruzar un arroyo. De hecho, verá algunos arroyos a lo largo del camino. Aproveche para refrescarse del calor de Río de Janeiro.

A partir de Cova da Onça, el sendero se convierte en una subida sinuosa y algo fatigosa. Este segundo tramo termina en una señal con información muy interesante sobre el sendero. Este es el momento de recuperar el aliento, ¡porque la siguiente parte es una subida empinada! Aproveche también para hidratarse.

Al final de la tercera parte del sendero, llegará a una bifurcación: el lado izquierdo le lleva a la cima del Morro da Taquara y el derecho a Castelos da Taquara. Como es más fácil llegar, es mejor ir primero al Morro da Taquara.

Colina de Taquara

El Morro da Taquara es una pequeña abertura en medio del bosque con un mirador maravilloso. Se puede ver Pedra do Conde, el Pico da Tijuca, el Morro do Corcovado y la Bahía de Guanabara. ¡Es magnífico!

Volver a los Castillos de Taquara

Dejando el Morro da Taquara, vuelva al sendero y diríjase hacia los Castelos da Taquara. Poco antes de llegar a los Castillos, encontrará otro mirador con una hermosa vista del lado oeste de Río de Janeiro. Podrá ver de cerca la Pedra da Gávea, la Pedra Bonita y la Agulhinha da Gávea, pero al fondo también podrá ver la Pedra do Pontal y la Pedra da Tartaruga. Una vista impresionante.

El paseo es rápido. Pronto estarás en los Castillos de Taquara. Hay tres rocas enormes. Puede escalar dos de ellas, pero siga las instrucciones de su guía, ya que es necesario utilizar equipo de escalada y, por supuesto, equipo de seguridad.

Renovar la energía

El camino de vuelta termina en la Cascada de la Baronesa, un delicioso salto de agua para refrescarse después de una caminata intensa como la de los Castillos de Taquara. Está justo debajo del Puente de la Baronesa, en honor a la Baronesa d’Escragnolle, esposa del Barón d’Escragnolle, uno de los responsables de la reforestación y embellecimiento de la Floresta de Tijuca.

El lugar es privado, la cascada es muy generosa y el sendero es muy fácil. ¡Sólo tienes que llegar y disfrutar! ¡Y tu experiencia termina aquí!

Permanezca atento.

Para vivir esta experiencia, ¡prepárate! Lleve ropa cómoda y zapatillas adecuadas para largos recorridos. Lleve una mochila con bañador, toalla, crema solar, sombrero, gafas de sol y, por supuesto, abundante agua y tentempiés. Esta excursión se puede hacer en cualquier época del año, pero hay que tener en cuenta los periodos de lluvia. Y cuando contrate un guía acreditado, compruebe que habla otros idiomas, como inglés y español. Cuando esté listo, ¡disfrute!

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